jueves, 30 de junio de 2011


Proteger a las PYMES, es apostar por el crecimiento 

La Comisión Europea lanzó en 2009 una consulta pública para conocer los puntos de vista de los actores directa o indirectamente afectados en lo que respecta a la reforma del Derecho Contable Europeo para las pymes.
Como ya se ha estudiado, desde 2008 las empresas que cotizan sus acciones en territorio de la Unión Europea preparan su información financiera consolidada de acuerdo con las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF). La regulación de estas normas en el espacio europeo ofrece a los Estados Miembros la opción de que puedan ser también aplicadas a las empresas no cotizadas.
La mayor parte de los estados miembros, sin embargo, continúa preparando las cuentas anuales de acuerdo con los principios de contabilidad generalmente aceptados en cada Estado miembro, principios que siguen la 4ª y la 7ª Directivas comunitarias. Estas dos Directivas proporcionan un conjunto de principios contables comunes, presentan modelos de estados financieros, así como una indicación del mínimo de información a desglosar a través de la memoria.
Resulta evidente que las diferentes opciones que se utilizan, así como los requisitos adicionales que imponen los distintos reguladores, implica que la comparabilidad de las cuentas anuales de las pymes europeas no sea siempre posible.
El comisario europeo de Mercado Interior, Charlie McCreevy, anunció, en septiembre de 2008 la revisión de las llamadas Directivas Contables con el objetivo de reducir la carga administrativa de las pymes en el mercado interior. Meses después, el Internacional Accounting Standards Board (IASB), organismo independiente encargado de desarrollar estándares de contabilidad de carácter mundial, publicaba en julio de 2009 la versión final de las IFRS para pymes, que adapta el Derecho contable a las necesidades de dichas empresas. La técnica utilizada por el organismo internacional emisor de principios contables ha sido simplificar los métodos de reconocimiento y valoración, eliminar los temas que no son relevantes para una empresa de tamaño medio, así como reducir los requisitos de información y desglose.
Estas NIIF permite una mayor comparabilidad internacional de los estados financieros, cuyos principales efectos para las pymes son a mi entender: una mejora al acceso de financiación externa, reducción de los costes de capital, incremento del intercambio comercial y un aumento de la actividad transfronteriza en fusiones y adquisiciones de empresas.


No se puede olvidar que en la situación actual, las empresas que cotizan utilizan un único Derecho contable, mientras que las pymes son las sociedades mayoritarias y las que crean más puestos de trabajo, preparan sus cuentas anuales utilizando modelos diferentes y que, además, no son necesariamente comparables. Por lo tanto, las pymes se ven privadas y discriminadas de la utilización de las mismas herramientas que las grandes empresas, lo que dificulta su internacionalización y expansión.
En el caso de España se ha intentado modernizar nuestra legislación de acuerdo con las normas internacionales. Cobra especial relevancia en este aspecto, el Nuevo Plan General de Contabilidad y que ha sido ya de aplicación para el ejercicio 2008.
Considero que tendría que intervenir con mayor peso el EFRAG, organismo que asesora a la Comisión en materia de Derecho contable, en aras de reformar las Directivas y así diseñar un modelo europeo que armonice la información financiera para las pequeñas y medianas empresas, y que al mismo tiempo esté en la línea de unos principios contables internacionales.
Esto quizás no sea la solución única a nuestros problemas en economía, pero lo importante es sumar medidas adecuadas.


Gracias

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